Hierba limón: el ingrediente esencial de la gastronomía tailandesa

Hierba limón: el ingrediente esencial de la gastronomía tailandesa
Photo by volant / Unsplash

Hoy, de nuevo, vamos a presentarte un ingrediente indispensable en la cocina tailandesa. Antes de lanzarnos de lleno a compartir recetas, queremos que conozcas mejor los pilares que sostienen esta gastronomía tan vibrante. Porque entender sus ingredientes básicos no solo te ayudará a cocinar mejor, sino que también te permitirá apreciar la riqueza cultural que hay detrás de cada plato. En esta ocasión, el protagonista es la hierba limón, una de esas plantas mágicas que aportan frescura, aroma y sabor a buena parte de la comida tailandesa.

La hierba limón, conocida también como lemongrass, citronela o limoncillo según la región, es una hierba aromática originaria del sur de Asia que se ha convertido en un ingrediente imprescindible en la cocina tailandesa. Su aroma fresco, cítrico e inconfundible es uno de los grandes secretos detrás del sabor único de muchos platos tailandeses. A continuación exploraremos su sabor característico, las distintas formas de usarla en la cocina de Tailandia (desde sopas y currys hasta salsas, infusiones y marinados), y también sus beneficios para la salud y usos tradicionales. ¡Verás por qué la hierba limón es una verdadera estrella culinaria!

foto Hakcipta Yosri

Un aroma y sabor inconfundibles

La hierba limón aporta un perfil sensorial muy particular: al olerla y probarla sentirás un intenso toque a limón fresco con matices herbales. Su sabor cítrico tiene notas florales y ligeramente picantes, recordando sutilmente al jengibre y con un toque final parecido a la menta. Imagina el perfume de una ralladura de limón mezclado con la frescura de una hoja de menta: así de refrescante y agradable es su aroma. No es de extrañar que este toque cítrico dulce y refrescante se use para realzar todo tipo de platos. De hecho, ese agradable olor a limón combina de maravilla con pescados, mariscos, aves, sopas y salsas, aportándoles un punto exótico y vibrante. En resumen, la hierba limón tiene un sabor y fragancia únicos que despiertan los sentidos y definen la esencia de la gastronomía tailandesa.

Formas de uso y preparación en la cocina tailandesa

Una de las ventajas de la hierba limón es que se puede utilizar de múltiples formas en la cocina, dependiendo del plato y la técnica de cocción. En la gastronomía tailandesa, se emplea tanto fresca como seca, entera o picada, e incluso convertida en pasta. A continuación, te contamos cómo prepararla y aprovecharla mejor:

Foto: Daniel Aragay
  • Fresca (tallos enteros o troceados): Es la forma más aromática. Lo habitual es usar la parte inferior del tallo, que es más tierna, descartando las hojas externas duras para quedarnos con el corazón blanco rico en aceites esenciales. Un truco muy práctico es golpear ligeramente el bulbo o base del tallo con la parte plana del cuchillo (como harías con un diente de ajo) antes de cortarlo; así liberarás todo su aroma cítrico. Después se corta en rodajas finas o se pica. Si vas a usarla en crudo (por ejemplo, en una ensalada), conviene picarla muy finamente en rodajas muy finas para evitar encontrarse hebras fibrosas. En cambio, para sopas o currys, suele añadirse el tallo machacado y cortado en trozos grandes, de modo que infunda su sabor durante la cocción y luego pueda retirarse fácilmente antes de comer. La hierba fresca se puede conservar en la nevera (envuelta en plástico) por un par de semanas, congelar por meses sin que pierda demasiado aroma o bien secándola.
  • Seca o en polvo: También es posible encontrar la hierba limón desecada y molida. En esta forma pierde algo de su frescura, pero concentra su sabor cítrico característico y sigue siendo muy útil. Las hojas secas, por ejemplo, se emplean tradicionalmente para hacer tés e infusiones aromáticas (té alimonado), a menudo combinadas con jengibre para preparar bebidas refrescantes y medicinales. Si usas lemongrass en polvo, puedes rehidratarlo en un poco de agua caliente antes de incorporarlo a tu receta para despertar su sabor.
  • Pasta o triturada: En la cocina tailandesa es común machacar la hierba limón en el mortero junto con otras especias para crear pastas aromáticas. Muchos currys tailandeses comienzan con una pasta que incluye lemongrass picado o triturado, liberando todos sus aceites esenciales. Por ejemplo, el famoso curry verde se elabora con una pasta de curry que lleva hierba limón fresca junto con chiles verdes, raíz de galanga, ajo, chalotas y otras especias. Del mismo modo, se suele añadir a marinadas y adobos: al mezclarla bien machacada con ingredientes como ajo, jengibre, chiles o salsa de pescado, obtendrás un marinado fragante ideal para carnes y pescados a la parrilla. Incluso incorporada a salsas occidentales como una mayonesa casera, unas gotas de zumo o pasta de lemongrass pueden dar un giro cítrico interesante. Esta versatilidad de presentaciones hace que la hierba limón pueda usarse prácticamente en cualquier etapa de la cocina: desde aromatizar un aceite, hacer un aderezo para ensalada, hasta terminar un salteado con un toque fresco al final.
Foto: Daniel Aragay

Usos culinarios en la cocina tailandesa

La hierba limón brilla especialmente en la cocina tailandesa, donde su sabor cítrico equilibra y realza los platos picantes, cremosos o muy condimentados. Es difícil imaginar la gastronomía de Tailandia sin esta hierba: forma parte de sopas, currys, salteados, ensaladas, salsas e incluso bebidas tradicionales Aporta frescura y armoniza con otros ingredientes típicos tailandeses, como la leche de coco, las hojas de albahaca thai, el cilantro, el jengibre, el ajo o el chile, creando un balance perfecto entre ácido, picante, dulce y salado en cada bocado. Veamos algunos de los platos tailandeses más emblemáticos donde la hierba limón es protagonista:

  • Sopa Tom Yum: probablemente la sopa más famosa de Tailandia, conocida por su intenso sabor picante y ácido. El lemongrass (junto con hojas de lima kaffir, galanga y chiles) se hierve en el caldo para infundirle ese aroma cítrico picante tan característico. El resultado es una sopa ligera pero muy aromática, generalmente preparada con camarones (Tom Yum Goong), que despierta las papilas gustativas con su equilibrio entre picor y frescor cítrico.
  • Curry verde tailandés (Kaeng Khiao Wan): un curry de color verde cremoso y picante donde la pasta de curry incluye hierba limón fresca como ingrediente clave, aportando su perfume cítrico al guiso. Este curry se cocina con leche de coco, pollo u otra proteína, berenjenas tailandesas, brotes de bambú y albahaca dulce. La hierba limón ayuda a realzar el sabor del curry y a equilibrar la riqueza de la leche de coco con un toque refrescante.
  • Pollo frito con hierba limón (Kai Tod Takrai): plato callejero muy popular que consiste en trozos de pollo marinados con una mezcla de hierba limón machacada, ajo, salsa de pescado y otras especias, luego fritos hasta quedar dorados y crujientes. La hierba limón en la marinada impregna la carne con su fragancia, dando al pollo un sabor cítrico-delicado irresistible. Cada bocado de este pollo frito ofrece la combinación del jugoso interior con el aroma exótico de la citronela.
  • Ensalada Yum Takrai: una ensalada tailandesa poco común pero deliciosa, cuyo nombre literalmente significa "ensalada de hierba limón". En este plato, la hierba limón fresca se corta muy fina y se mezcla con carne de cerdo picada salteada, camarones cocidos, cebolla, chiles, zumo de limón, hierbas frescas y cacahuetes tostados. El resultado es una explosión de sabores y texturas: ácido, picante, herbal y cítrico a la vez, con la hierba limón brillando como ingrediente central que aporta frescura al conjunto. Es un excelente ejemplo de cómo los tailandeses incorporan esta hierba incluso en preparaciones frías, logrando platos ligeros y aromáticos perfectos para el clima tropical.
  • Bebida fría de lemongrass y jengibre: más allá de los platos sólidos, en Tailandia también se disfruta de la hierba limón en forma de bebida. Un té helado de lemongrass con jengibre, miel y un toque de limón es popular en todo el sudeste asiático para refrescarse y aprovechar sus cualidades digestivas. Se hierve la hierba limón en agua para extraer sus esencias, se deja enfriar y se mezcla con hielo, jengibre fresco, un poco de miel o azúcar y jugo de limón. El resultado es una infusión refrescante y aromática, ideal para aplacar el calor y beneficiar al cuerpo.
Preparación de TomYum de costillar de cerdo. Foto: Daniel Aragay

Como ves, la lista de preparaciones podría seguir: desde arroces aromatizados con lemongrass, marinadas para pescados a la parrilla, hasta incluso postres e innovadores cocktails con su esencia. La versatilidad de esta hierba en la cocina tailandesa es enorme, y su presencia garantiza ese toque tailandés auténtico que distingue a sus comidas.

La hierba limón tiene la cualidad de realzar otros sabores sin dominarlos por completo. En un mismo plato puede convivir con chiles picantes, leche de coco cremosa, salsa de pescado salada y azúcar de palma dulce, actuando como un armonizador que aporta frescura y une todos los sabores. Por eso es un ingrediente clave en el equilibrio de los famosos cuatro sabores tailandeses (picante, dulce, ácido y salado). Además, su aroma permanece incluso después de cocinada, haciendo que cada plato resulte fragante y apetitoso. Si alguna vez has probado un plato tailandés y te ha resultado adictivo sin saber exactamente por qué, ¡es muy posible que la hierba limón haya estado trabajando su magia tras bambalinas!

Beneficios para la salud y usos tradicionales

Aunque la cocina es el reino donde más brilla, la hierba limón también es apreciada por sus propiedades medicinales y usos en la medicina tradicional. Desde hace siglos forma parte de los remedios herbales en Tailandia y otros países asiáticos. Por ejemplo, es común tomarla en infusión como té para aliviar síntomas de resfriados y estimular la digestión. Su aceite esencial (conocido comercialmente como aceite de citronela) es un reconocido repelente natural de insectos, utilizado para ahuyentar mosquitos y otros insectos, así como ambientador casero por su aroma fresco.

En cuanto a beneficios para la salud, estudios científicos han confirmado muchas de las propiedades atribuidas tradicionalmente a esta planta. La hierba limón posee efectos antibacterianos y antimicrobianos notables (incluso superiores a los de algunos antibióticos en ciertas pruebas de laboratorio). También ayuda a la buena digestión y es un conocido carminativo, es decir, ayuda a reducir gases intestinales y malestares digestivos. Se le reconocen propiedades antiespasmódicas y antidiarreicas, por lo que suele usarse para aliviar cólicos o diarreas leves. Además, contribuye a regular los niveles de azúcar en sangre (efecto hipoglucémico) y puede ayudar a bajar el colesterol. Otros estudios destacan su acción antifúngica (combate hongos) y antiinflamatoria, así como un poderoso efecto antioxidante que ayuda a neutralizar radicales libres en el organismo.

Por si fuera poco, el aceite esencial de lemongrass tiene un suave efecto relajante a nivel del sistema nervioso: en aromaterapia se utiliza para reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo y combatir el insomnio. Inhalado o aplicado en masajes (diluido adecuadamente), puede promover la relajación y un mejor sueño, actuando como un sedante ligero. No es casualidad que en la medicina ayurvédica de la India se haya empleado para “calmar la mente” y aliviar dolores de cabeza. Eso sí, como con cualquier remedio natural, es importante usarla con moderación y precaución: por ejemplo, las infusiones muy concentradas no se recomiendan durante el embarazo.

¡En resumen!

La hierba limón, con su sabor cítrico refrescante y su versatilidad, es verdaderamente un ingrediente mágico en la gastronomía tailandesa. Desde una reconfortante sopa Tom Yum hasta un aromático curry verde o un simple adobo para pollo a la parrilla, esta humilde planta herbácea logra transformar platos ordinarios en experiencias sensoriales extraordinarias. Y además de deleitar al paladar, nos regala beneficios para la salud y tradiciones que han pasado de generación en generación.

Si te gusta la cocina tailandesa (o simplemente experimentar con nuevos sabores), la hierba limón es un aliado que no puede faltar en tu cocina. Atrévete a incorporarla en tus recetas: prueba machacar un tallo fresco en tu próxima sopa, infundir unas hojas en tu té, o añadir una pizca de su ralladura a una salsa. Verás cómo un toque de lemongrass puede transportarte directamente a los mercados y calles de Tailandia con cada bocado. ¡Buen provecho – หรือให้อร่อยนะ (¡que lo disfrutes, en tailandés)!