Chat, cocinero Real y primeras impresiones con el iPhone 17 Pro

Hace un mes, una persona muy famosa en Tailandia pidió comida para llevar que Chat preparó. Mientras tanto, compartimos nuestras primeras impresiones sobre el iPhone 17 Pro y, poco a poco, me voy quedando sin voz.
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Transcripción:
Haciendo el Sueco – 20 de septiembre de 2025
Muy buenas, soy Dani y esto es Haciendo el Sueco. Hoy es sábado 20 de septiembre de 2025 y estamos tú, Rico y yo sentados en el sofá de casa, ahora que son las 7 y media de la tarde. Te voy a contar un par de cositas:
mis primeras experiencias con el iPhone 17 Pro y, sobre todo, lo que ha pasado con Chat.
La anécdota de Chat
Estábamos esta tarde paseando por el centro de Estocolmo en una feria de comida tailandesa. Había puestos en la calle, cerca de la biblioteca, ese edificio redondo y tan fotogénico al que pienso volver con la cámara de 360 grados para grabar vídeos.
Allí nos encontramos con una vecina y estuvimos comiendo en un puesto donde cocinaba una amiga suya. Después, cuando Chat fue a comprar unos crêpes tailandeses para su hermana y su sobrina, tres chicas que estaban cerca me pararon y me preguntaron por él. Habían reconocido a Rico y querían hacerse una foto con Chat. No es la primera vez que le pasa: lo paran en la calle, le piden fotos y hasta lo invitan a sentarse a charlar.
Una de ellas le dijo algo curioso:
su hija trabaja en la embajada de Tailandia en Estocolmo y le había contado un secreto. Hace más o menos un mes, la hija del rey de Tailandia estuvo de visita oficial en la ciudad. Durante esos días se alojó en la residencia de la embajada. Resulta que no le gusta demasiado la comida que prepara el cocinero oficial de la embajada y suelen pedir comida tailandesa para llevar de distintos restaurantes de la ciudad.
Entre esos restaurantes estaba Elephant Thai, donde trabaja Chat. Y según les contó, la princesa comentó que la mejor comida de todas fue la de Chat. Que era la única que realmente sabía a Tailandia, como si estuviera allí.
Imagina cómo se puso Chat al escuchar esto. Se emocionó muchísimo y, como puedes imaginar, yo también. Recuerdo cuando decía que no era un profesional y que no quería cocinar para la gente. Montamos el food truck, invertimos nuestros ahorros… y ahora resulta que ha cocinado para la hija del rey y ha recibido unas críticas increíbles.
Quién sabe si en el futuro tendrá su propio restaurante. En Suecia es complicado por regulaciones e impuestos, pero no es algo descartable. De momento, se queda con esta anécdota que lo ha dejado pletórico. Y a mí, más aún.
Mis primeras impresiones del iPhone 17 Pro
Cambio de tema y paso a algo más terrenal: el nuevo iPhone 17 Pro.
Lo primero que destaco es el tamaño. Vengo de un 12 Pro Max y, aunque la pantalla grande estaba bien, a veces se me hacía un “tocho” en la mano o en el bolsillo. Este nuevo tamaño me resulta perfecto.
En cuanto al uso, lo necesito sobre todo para enviar mensajes, escuchar podcasts y música. Apenas juego con él; de hecho, instalé un juego, lo abrí y lo cerré al momento. Poco más.
Sobre las cámaras, sí se nota mejora, pero tampoco una revolución. Lo interesante está en los nuevos formatos de vídeo:
- Log para grabar y editar con más rango.
- ProRes RAW, que también promete mucho.
El problema grande: la focal fija. El diafragma no se puede modificar y eso limita la creatividad. Un iPhone nunca será realmente “pro” mientras no incluya una lente con obturación ajustable. Es como darle a un pintor un único pincel y pedirle que pinte todos sus cuadros. Puede hacer maravillas, sí, pero siempre con una limitación.
El modo cinematográfico me sigue pareciendo un horror comparado con una lente real. Y por muchos accesorios que pongas delante de la cámara, no es lo mismo. Hasta que no incluyan un diafragma regulable, seguirá siendo una cámara de móvil, no una profesional.
He leído rumores de que quizá el iPhone 18 lo traiga, pero en este modelo no.
Cierre
Me estoy quedando sin voz (sí, lo he grabado con el propio iPhone y un micro inalámbrico). Así que lo dejo aquí.
Muchísimas gracias por escuchar y nos encontramos muy pronto.
¡Hasta luego!